Milagros Salas presa política del gobierno


La dirigente social Milagro Sala está presa desde enero de 2016. El grupo de trabajo sobre detenciones arbitrarias de la ONU declaró que su detención es arbitraria, y exigió al Estado nacional y en particular al gobierno de Jujuy su liberación inmediata. La respuesta de la justicia jujeña fue condenar a Sala a tres años de prisión "en suspenso" y mantenerla presa por otras causas, no probadas.

Quien mantiene presa a Milagro Sala es el gobernador de Jujuy; Gerardo Morales de la UCR aliado a Macri (PRO) en "cambiemos". Este último dijo que debía estar presa porque "a la mayoría de los argentinos nos ha parecido (¿?) que había una serie de delitos importantes que ameritaban que hubiese causas".

En la Argentina se acuñó el término "gorila" en los años 40-50 del siglo pasado para definir a los sectores políticos antiperonistas. Luego del gobierno proimperialista y brutalmente antiobrero del peronista Menem, y máxime hoy cuando el PRO cuenta en sus filas con dirigentes provenientes del peronismo, y que se definen como tales, esa definición ya no es válida. Actualmente "gorila" puede servir para definir a los sectores sociales (los oligarcas, la gran burguesía y la alta clase media) y a las organizaciones que odian y temen a los trabajadores y a los pobres. Definimos a la actual alianza de gobierno "Cambiemos" Como "gorilas".

La democrática Unión Cívica Radical

El "PRO" representa a la rosca oligárquica-imperialista, hoy en el poder, es gorila de nacimiento. Sobre la UCR se construyó la leyenda de que es el partido político nacional "símbolo de la democracia". Esto es totalmente falso, su accionar casi desde sus orígenes es bien antiobrero y antipopular. Bajo el gobierno radical de Hipólito Irigoyen se produjeron las mayores masacres de trabajadores, sólo superadas por la dictadura militar de 1976. La "semana trágica" del 7 al 14 de enero de 1919 y la de la "Patagonia trágica" 1920-1921, asesinaron y torturaron a granel a cientos y miles de trabajadores.

En 1955 la UCR, actuó codo a codo, con la Iglesia y bajo la conducción de los militares en el golpe de estado proyanqui que derrocó a Perón, asaltó e intervino sindicatos, fusiló a militares y civiles, proscribió al Partido Peronista, prohibió mencionar a Perón y a Eva Perón.

En noviembre de 1958 y agosto de 1961 el presidente Arturo Frondizi de la (UCRI) también radical, aplicó el Plan Conintes (Conmoción Interna del Estado) bajo el cual fueron intervenidos sindicatos, clausurados locales partidarios, miles de personas fueron a la cárcel. Durante la huelga general conocida como el "Rodrigazo" 7 y 8 de julio de 1975, que hicieron renunciar al ministro de economía (Celestino Rodrigo) y huir del país al "Brujo" López Rega, Ricardo Balbín máximo dirigente del radicalismo dijo refiriéndose a las comisiones internas y cuerpo de delegados que se oponían a la burocracia sindical y organizaban coordinadoras: hay que "aniquilar la guerrilla fabril", tarea que ya venía realizando la Triple A y culminaría la Dictadura Militar. Cuarenta y ocho horas antes del golpe militar del 24 de marzo de 1976 Balbín llamó a los militares a que tomaran el poder, declarando" Hay soluciones pero yo no las tengo". Durante la dictadura militar un tercio de los intendentes municipales de todo el país eran de la UCR. El último gobierno radical, el de Fernando De La Rúa fue expulsado del poder por las masas movilizadas, dejando un saldo de 39 personas asesinadas.

Toda una historia negra, que explica porque el "democrático" gobernador Morales tiene su propia presa política, Milagro Sala: porque siente hacia ella el odio de clase que siempre caracterizó a su partido la UCR, como el PRO de Macri, por eso cogobiernan.
La Túpac Amaru

Milagro Sala fundó y dirige la agrupación social Túpac Amaru que desde Jujuy se extendió a 17 provincias argentinas y a la CABA, llegando a tener 70000 afiliados. Apoyada políticamente y generosamente por los gobiernos "K", se dedicó a construir viviendas y barrios populares, destinados a los sectores sociales más pobres, marginales y excluidos. Cómo ocurrió con otras organizaciones favorecidas por el kirchnerismo, como las "Madres de Plaza de Mayo" liderada por Hebe de Bonafini, es seguidora incondicional de Cristina Kirchner. Las mayores acusaciones que llueven sobre Milagro Sala son de corrupción por el "desvío de fondos" a la que se suman otros hechos. La corrupción es la campaña predilecta del gobierno de Mauricio Macri (Junto a su "familia" uno de los mayores corruptos) apuntando a lo más alto, la propia ex presidente. Los medios masivos de comunicación más poderosos actúan como propagandistas sistemáticos de esa campaña.

Hasta los propios kirchneristas reconocen que hubo funcionarios corruptos, en los gobiernos de Néstor y Cristina, y tratan de quedar bien con la "opinión pública" repitiendo a coro con los Macristas y todo el gorilaje "la justicia debe investigar y el corrupto que vaya preso".

El problema es que "Justicia" los va a juzgar? Esta justicia patronal tan o más corrupta que los corrutos? ¿la de la oligarquía y la alta clase media jujeña?, Para estos, es absolutamente intolerable que una mujer, por cuyas venas corre sangre indígena haya creado una organización que se dedicaba a dar respuesta a las pavorosas carencias del "pobrerío" en vivienda, salud y educación. Un símbolo explicito de ese odio es que el gobernador Morales haya destruido la piscina construida por la Tupac. ¡Desde cuando esos "negros" van a tener derecho a una piscina! Lo de ellos es odio de clase piqueteras"

Fue el gobierno peronista de Menem (1989- 1999), que dejó una gran capa social marginada, condenada a la desocupación, al trabajo informal, e incluso a la criminalidad. Este sector marginado, abandonado a su suerte por la burocracia sindical, empleó la única forma de lucha a la que podía recurrir, los cortes de rutas, y se organizó para ello en piquetes, de allí su denominación de "piqueteros" cuando estalló la crisis económica del 2001 las organizaciones "piqueteras" se masificaron, obligaron a los demás gobierno posteriores a De La Rúa, ante el temor de que fueran echados del gobierno por la movilización de las masas, a subsidiarlos con miles de millones de pesos. Con estos fondos, estas organizaciones se convirtieron efectivamente en un "Estado dentro del Estado" porque administraban los recursos de actividades, (microemprendimientos, cooperativas etc.). Por más que sectores burgueses los utilicen políticamente, son intolerables para la burguesía. Y más intolerables todavía porque son capaces por ejemplo de construir viviendas a un costo inferior en aproximadamente un 40% a lo que cobraría una empresa privada: La burguesía no puede soportar que le roben semejante negocio.

La burguesía siempre odia e intenta destruir las Comisiones Internas y Cuerpos de Delegados que eligen los trabajadores por empresa, como organismos de base que discuten con la patronal llevando los reclamos obreros. De la misma manera, no pueden soportar esos "Estados dentro del Estado", quieren destruirlos. El odio del "gorilaje" contra las organizaciones de base de los trabajadores tiene el mismo signo del odio contra la Túpac: es odio de clase.

Consecuencia con lo que se dice defender o hipocresía demagógica

Los revolucionarios no defendemos ningún corrupto. Pero en primer término denunciamos a esta "justicia de clase". Y por principios no creemos en ninguna de sus acusaciones ni aceptamos sus condenas cuando sus víctimas son dirigentes obreros o populares, más allá de las profundas diferencias que tenemos con ellos.

Cualquier demócrata consecuente debe exigir la libertad de Milagro Sala, si no lo hace, se convierte en un renegado de los derechos democráticos de los que se proclama defensor.

Los que pregonan la igualdad racial y de "genero" deben exigir la libertad de Milagro Sala, si no lo hacen, quedará muy claro lo que realmente piensan: las mujeres son seres inferiores a los hombres, un ser humano de piel morena y ojos oscuros es inferior a un Blanco de ojos azules.

Todo dirigente de organizaciones obreras y populares debe exigir la libertad de Milagro Sala, si no lo hace, se convierte en cómplice de esa "justicia" patronal y es un traidor a los intereses de quienes dice representar.

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