Las PASO (Primarias Abiertas simultaneas y
Obligatorias) de ser una medida restrictiva para limitar la participación de
los partidos políticos más chicos, de pocos recursos, en las elecciones,
fundamentalmente a los partidos de izquierda, ya que hay que superar el 1,5% de
los votos del padrón electoral para poder participar, se convirtió en una
primera vuelta electoral, y las elecciones de Octubre en un verdadero "ballotagge"
entre los principales partidos de la burguesía.
Los grandes medios de
comunicación resaltaron los resultados que colocan a "Cambiemos" como
ganador indiscutido de las PASO. Y si bien es verdad que a nivel nacional
"Cambiemos" ganó la elección, y el gobierno sale fortalecido, también
nos parece correcto relativizar ese resultado.
"Cambiemos" gracias
al aporte de los radicales y sus satélites, logró construirse como fuerza
política a nivel nacional. No pudo con Cristina de Kirchner en la provincia de
Buenos Aires, ni con el Kirchnerismo en la provincia de Santa Fe. O sea que en
dos importantes provincias por cantidad de habitantes y peso económico en la
estructura productiva del país triunfó el kirchnerismo. Si bien hay que
remarcar que fue por escaso margen, en ambas provincias, (en la provincia de Buenos
Aires Cristina se impuso por poco más de 20000 votos), hay que resaltar que
ganó casi sin aparato, con los grandes medios de comunicación en su contra, y
gran parte del aparato judicial montandole causas por delitos de corrupción.
Solo contó con el apoyo de algunos intendentes.
Por más que el gobierno se
esfuerce por desvalorizar el triunfo de Cristina argumentando que apenas ganó
compitiendo con candidatos casi desconocidos como son en la provincia Bullrich
y García, este es un comentario falaz ya que la figura central de la campaña
fue la gobernadora de Buenos Aires y la dirigente que mejor imagen positiva
tiene ante la opinión pública de "Cambiemos", María Eugenia Vidal.
El escaso margen logrado en
el triunfo por "unidad ciudadana" envalentonó al gobierno de Macri.
Se sienten ganadores, el gobierno logró el apoyo de un sector de la sociedad
fundamentalmente en las clases medias y medias altas, que aprueban sus
políticas incluso las represivas contra los sectores populares.
Es muy probable que ganen en
octubre las elecciones en la provincia de Buenos Aires, consideramos que sea
cual sea el resultado el gobierno va a seguir con el ajuste salvaje que está
llevando adelante contra los trabajadores y el pueblo pobre. Quieren ganar las
elecciones para utilizar el triunfo electoral para legitimar con los votos su
política reaccionaria.
Las elecciones reflejan la polarización social
A partir de la década del 90
la desocupación se hizo crónica, crecieron a niveles
"latinoamericanos" los excluidos del sistema. Este nivel de
catástrofe impulsó la organización de redes sociales, tanto a nivel
territorial, como de empresa. Nacieron los movimientos piqueteros (Cutral Có
1997) movimientos de fábricas recuperadas (1995), las Asambleas barriales
(2001) y también movimientos en defensa del medio ambiente (Esquel 2003) La
desocupación llegó a niveles alarmantes, producto de una política de
desindustrialización, endeudamiento externo y bicicleta financiera, manteniendo
artificialmente la convertibilidad, hasta que estalló.
En los gobiernos
kirchneristas producto de la gran devaluación del peso realizada por el
gobierno de Eduardo Duhalde (que redujo los salarios en un ?), los altos
precios de las materias primas a nivel internacional (en Argentina
particularmente el precio de la soja)y que en los primeros años de los
gobiernos "K" se suspendió el pago de la deuda externa, bajos
salarios y contratos laborales precarizados, la realidad de la desocupación
comenzó a cambiar y se aumentó la oferta laboral. Comenzaron a sustituirse
importaciones ya que era negocio producir en la Argentina dentro del marco del
Mercosur.
De todas maneras el
desarrollo precario de la economía nacional, no permitió incorporar a la masa
laboral a miles de familias organizadas en estos movimientos y quedaron
excluidos del aparato productivo formal. La marginalidad; el trabajo precario y
"en negro" vinieron para quedarse.
La crisis económica mundial
de 2008 comenzó a destruir el "espejismo de progreso" kirchnerista,
al bajar el precio de las materias primas, si la punta de lanza del
enfrentamiento a Cristina fue el campo, a medida que la torta se achicaba se le
sumaban más sectores a la oposición. Sectores de la sociedad que no querían
perder sus privilegios comenzaban a cuestionar la política de concesiones del
kirchnerismo hacia los sectores populares.
Las elecciones reflejan esta
polarización social. Donde más se reflejó fue en la provincia de Buenos Aires,
y concretamente en el conurbano bonaerense. Detrás del voto a senadora de
Cristina se aglutina el voto obrero y de los sectores sociales más castigados
por el ajuste macrista. No es casual que Cristina lanzó su campaña en Florencio
Varela, donde se concentran las grandes barriadas obreras y asentamientos de
los sectores más postergados. Los sectores acomodados desde la clase media
alta, profesionales, comerciantes, en los más de 50000 barrios privados hogar
de los más ricos, incluso sectores de trabajadores votaron al partido del
gobierno. La importancia de la provincia de Buenos Aires es que en ella se
concentra casi el 40% de la población argentina.
Esta polarización perjudicó a
las otras variantes patronales, como el Frente Renovador de Massa que apenas
superó el 15% de los votos y ahora está pensando como vuelve al peronismo. La
deplorable elección que hizo Randazzo que redujo al viejo partido Justicialista
a una cáscara vacía como declaran varios dirigentes de esa corriente.
Los partidos de "centro
izquierda" prácticamente pulverizados, y la izquierda manteniendo su
caudal electoral de los últimos tiempos, próximos al millón de votos con un
programa cada vez más lavadito, bien electoralista con el sólo objetivo de
conseguir votos, pero no logran pegar el salto, a pesar de la crisis del
peronismo.
Queda entonces para la
mayoría de los trabajadores y el pueblo pobre como la única alternativa de
oposición al ajuste noeliberal de Macri la falsa opción de una corriente
burguesa: el kirchnerismo ahora con el nombre de Unidad Ciudadana.
Perspectivas
Los comentarios de los
grandes medios de comunicación, como los sectores más ricos de la sociedad, y
los grandes empresarios del país están eufóricos. Imaginan un Macri y
"Cambiemos" por muchos años gobernando al país. Todos cierran filas
en su lucha contra los trabajadores y sectores populares, y en pulverizar toda
posibilidad de una vuelta del populismo. Hoy ven al kirchnerismo o lo quieren
presentar como una gran amenaza. La Burguesía festeja la crisis galopante que
padece el peronismo, dividido en varios espacios políticos. Hay peronismo para
todos los gustos macristas (Monzó, Ritondo) massistas (Massa, Solá)
justicialistas (Bossio) Randazzistas (Randazzo, Alberto Fernández),
kirchnerismo, etc. etc.
El partido que contuvo
durante 70 años a los trabajadores y sectores populares, que les hizo creer que
hay patrones buenos y que hay que confiar en ellos hoy está
"deshilachado". La crisis de capitalismo- imperialismo mundial hizo
que su "ilusión" kirchnerista sea repudiado y aislado del resto del
peronismo. Los peronistas hablan de una nueva renovación. Quieren dejar por
fuera al kirchnerismo. Es una renovación que por su composición se correría más
a la derecha, pegaditos a Macri, es que Pichetto, Urtubey, Massa, Bossio, etc,
interpretando la nueva realidad regional buscan alinearse nuevamente a los
mandatos del amo del norte: el imperialismo Yanqui ahora de la mano de Trump.
El kirchnerismo ya mostró sus
límites, cuando se complicó la situación económica se inclinó por una política
para ajustar a los trabajadores y al pueblo pobre y garantizar las ganancias de
los empresarios. Se hizo famosa la frase de Cristina "se la llevan en
pala". Pese a ello la mayoría de los trabajadores y sectores populares
siguen confiando en Cristina, no compartimos pero respetamos su decisión. Nos
permitimos decirles humildemente que ni con discursos, ni elecciones, ni con
bancas en el parlamento se derrotaran los planes de ajuste salvaje de Macri y
los patrones. Sólo la movilización independiente de los trabajadores y sectores
populares podrá derrotar a Macri. En ella confiamos.
Los trabajadores y el pueblo
pobre tienen la palabra!!!
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