Están en curso dos fenómenos mundiales simultáneos: la pandemia y la crisis económica. Cada uno sigue sus propias leyes, que refieren a campos del conocimiento distintos: la pandemia, a las ciencias duras; la crisis económica, a las ciencias sociales.
Para comprender cualquier realidad hay que empezar por el análisis, es decir, por estudiar sus partes por separado, lo que requiere herramientas específicas. Nosotros no somos epidemiólogos ni virólogos ni sanitaristas; no sabemos nada sobre esos temas y sólo podemos confiar en lo que dicen los que sí saben e irlo contrastando con la evidencia empírica. Sobre economía trataremos de aplicar las herramientas del marxismo.
El problema es cómo avanzar más allá del análisis, hacia una síntesis que nos permita comprender la realidad, es decir, la situación mundial de conjunto. Y eso se vuelve muy complicado por varias razones.
1. Los dos son fenómenos nuevos, que están en sus inicios y que, por lo tanto, sólo podremos conocer a fondo cuando se hayan desarrollado plenamente.
2. Estos dos fenómenos no se dan separados; hay una combinación entre ambos que también está en sus inicios, y con más razón no podemos conocer hoy.
3. Además, la realidad mundial no se reduce a la economía y la pandemia; son muy importantes otros factores, fundamentalmente:
• La lucha de clases: explotados versus explotadores, contradicciones interimperialistas e interburguesas en cada país, y de burguesías atrasadas con el imperialismo, etcétera.
• Las superestructuras de los explotadores (regímenes, gobiernos, partidos) y de los explotados (sindicatos, partidos, direcciones).
Por eso insistimos desde Punto de Partida en la necesidad de recurrir al “sano empirismo” de Lenin: esperar y ver. Sobre qué ocurrirá en el mundo lo único que podemos decir es que será producto del desarrollo desigual y combinado de estos elementos. Y como lo nuevo solo se puede conocer cuando ya existe, por el momento sólo podemos afirmar lo siguiente:
1. Las burguesías de todos los países ya están en plena ofensiva contra las masas trabajadoras y el pueblo pobre para hacerles pagar la crisis (despidos, baja salarial, etcétera), ofensiva que seguirá cuando acabe la pandemia, y también recrudecerá la ofensiva de los países imperialistas para explotar a los atrasados.
2. La política común de todas las burguesías es salvar a las empresas más importantes con el “método 2009”: recursos estatales y baja de sus contribuciones impositivas y de aportes a la seguridad social.
3. La otra política común está determinada por el temor a que se produzcan levantamientos de los trabajadores y el pueblo pobre: subsidios, ayuda alimentaria, etcétera para los sectores con hambre o al borde de sufrirla. No es por humanitarismo, sino porque saben que el “caos social” agravaría la crisis económica.
4. Esta situación agudizará las contradicciones interimperialistas, el enfrentamiento económico-geopolítico con China y Rusia, y el enfrentamiento de clases.
5. Se profundizarán las contradicciones interburguesas al interior de cada país, sea imperialista o semicolonial, y en estos últimos seguirá habiendo sectores burgueses que tratarán de resistir al imperialismo por el riesgo de desaparecer.
6. Veremos todo tipo de crisis –económicas, sociales y políticas (gobiernos, regímenes, partidos)–, así como reacciones defensivas del movimiento de masas que pueden convertirse en ofensivas si se elevan al terreno político, es decir, a cuestionar al gobierno y/o al régimen existente como ocurrió en Chile. Y en el otro polo, el desarrollo de movimientos hacia el bonapartismo o el fascismo.
Una última observación
Una multitud de “progresistas” sostienen que después de la pandemia el mundo será mejor, que habrá quedado demostrada la necesidad de un “estado presente” contra la política “neoliberal” de achicar el estado, que se tomarán en cuenta las necesidades populares, etcétera.
Debemos combatir a muerte esa ideología afirmando que mientras sobreviva el capitalismo todo va a ser peor para los trabajadores, los pobres, los excluidos y marginados, que somos la abrumadora mayoría de la sociedad.
Que los capitalistas aprovecharán la masa de desocupados y nuevos pobres que dejará la pandemia como mano de obra barata que deteriore todavía más los salarios de los trabajadores “en blanco” y se vea obligada a aceptar condiciones de vida y de trabajo mucho peores.
Si bien el artículo es correcto. No se puede decir que la crisis económica es un "fenómeno". La pandemia es un fenómeno la crisis crónica del capitalismo no lo es. Es un determinante de la realidad hace 50 años, todo lo que sucede está relacionado con eso. La pandemia, como todos los "fenómenos" lo que hace es poner mas claro que nunca que el capitalismo está en su crisis terminal.....Y TODO PROGRAMA DEBERÍA ESTAR ORIENTADO EN ESE SENTIDO!!. Con todo respeto. siguen siendo los que más se acercan a las necesidades. Saludos
ResponderEliminarLeer a Lenin y Trotsky si no hay quien lo voltee .el capitalismo tiene crisis"terminal " si hay una orga internacional que lo termine.mientras tanto lo combatis
EliminarPero de ahí a terminal ...Un largo camino....construir la herramienta