1- EN JUJUY, LAS MASAS POPULARES NO ESPERARON MAS, SE REBELARON CONTRA LA POLITICA DE HABRE Y SAQUEO


Una inflación del 8% mensual liquida la economía de las familias trabajadoras en la Quiaca, en el AMBA y en Tierra del Fuego. La política inflacionaria bajo la dirección del FMI aumenta las penurias de los trabajadores y provoca cada día mayor incertidumbre sobre las posibilidades de supervivencia futura, el gobernador radical de Jujuy, Gerardo Morales (candidato a la vicepresidencia de la Nación por JxC), la aplica a rajatabla. Jujuy no es solo un laboratorio de experimentación para reprimir, también lo es para los negocios capitalistas con el LITIO un recurso que se extrae de los salares de la Puna.

La lucha del pueblo jujeño es nuestro ejemplo


Frente a la pretensión de esconder la crisis bajo la alfombra de las necesidades electorales, pretendiendo PACIENCIA Y RESIGNACIÓN hasta el próximo mandato, los trabajadores jujeños dijeron BASTA. Cuando no habían pasado dos meses de la reelección de Morales como gobernador de Jujuy, salieron a la calle los docentes, seguidos por los estatales, los trabajadores de Ledesma, las comunidades de los pueblos originarios, los mineros, y juntos se unieron en una lucha contra Morales y el peronismo provincial, ambos responsables de imponer en forma precipitada una Reforma constitucional para eliminar derechos democráticos y económicos del pueblo jujeño.

Las riquezas producidas por los trabajadores son apropiadas por una minoría oligarquica y patronal, y por el capital financiero imperialista, en un proceso de expropiación de los recursos naturales y del subsuelo, garantizado por la aprobación de leyes, decretos y normas legislativas y hasta constitucionales, como también por no dejar pasar proyectos que lo obstaculicen: el corredor de los sobornos es más amplio que los pasillos del edificio del Congreso nacional y los de las legislaturas provinciales. El Palacio de Tribunales tampoco es ajeno a este intercambio de favores, la Corte Suprema de la Nación tiene un papel fundamental de encubrimiento en nombre de la Constitución.

El gobierno de Morales ya había apuntado contra los de abajo, contra los que menos tienen cuando denunció la supuesta corrupción de la organización social liderada por Milagro Salas, logró persecución y maltrato hacia Salas que lleva siete años presa y a sus compañeros de la Tupac hostigados de forma permanente. El aumento de la pobreza ha venido acompañada con la ideología que se impone desde los medios: una creciente tendencia a vivir de los planes sociales, lo cual crea malos hábitos, que impone el clientelismo y por lo cual se pierde “cultura del trabajo”, como si las nuevas generaciones de pibes y pibas pudieran elegir entre oportunidades de trabajo, estudio y progreso pero deciden no hacerlo, cuando en realidad solo se les ofrece el camino de la pobreza crónica. Los cínicos y mentirosos que culpan a los de abajo, pretenden esconder las reales causas que empujan a los jóvenes a esta situación, y a los verdaderos responsables de políticas económicas que hundieron el país y en particular, a la provincia de Jujuy, mientras una minoría se llena los bolsillos a costa de la miseria de la mayoría.

Quienes dirigen sus cañones de guerra contra la población más necesitada y sus organizaciones, pretenden tapar y que se pierda la atención a los millones de dólares que levantaron en pala con los préstamos del FMI, durante el macrismo, quienes sacaron camiones de billetes, no solo bolsos, para depositar en paraísos fiscales y aumentar sus patrimonios con la renta financiera. Macri, Caputo y cía., siguen libres y condeándose con la oligarquía financiera internacional, porque integran el engranaje capitalista de donde surgen los Trump, los Berlusconi o los Elon Musk.

¿Qué queda a los trabajadores bajo este sistema? Salarios miserables, trabajar más horas y en peores condiciones, comida insuficiente, imposibilidad de llegar a fin de mes, imposibilidad de comprar carne, lácteos o fruta, ropa o medicamentos. Se trabaja MUCHO MÁS no menos y se sufre mayor explotación. En la Argentina —con capacidad de producir alimentos para cientos de millones de personas—, una canasta básica de alimentos, de un día al otro, se convierte en un lujo inaccesible para la amplia mayoría de las familias trabajadoras y ningún dirigente sindical dijo basta y convocó a la movilización y a la huelga general.

En ese marco es más reivindicable todavía que los jujeños, solos, salieran a pelear por aumentos de salarios y también contra los responsables de la miseria en su provincia, como el gobernador radical Morales y el PJ jujeño. No quieren ni la nueva Constitución ni a Morales como gobernador.

La lucha inclaudicable de miles de jujeños obligó a los dirigentes de la CGT a pronunciarse en apoyo de los trabajadores y comunidades originarias, a la CTERA a decretar un paro nacional y movilización de solidaridad y repudio contra la brutal represión del «patrón» Morales.

ESTA SITUACIÓN NO DA PARA MÁS, ni en Jujuy ni en el país, el calendario de los trabajadores no es electoral, la supervivencia tiene urgencias, por eso se dio este heroico JUJEÑAZO.

La lucha de las masas trabajadoras jujeñas es nuestra lucha. Saludamos en forma particular a esas mujeres, trabajadoras, docentes y madres que además de constituir la vanguardia en unir sus reclamos con el conjunto de los trabajadores y comunidades, desafiaron con coraje las patrullas de policía y todo el andamiaje represivo, persecutorio e intimidatorio del patrón Morales.

Los trabajadores y el puebo empobrecido tenemos la urgente necesidad de seguir el ejemplo de Jujuy en las provincias y municipios, en los pueblos y ciudades, para terminar uniendo nuestras fuerzas en un gran jujeñazo nacional, haciendo oídos sordos a lo que todos nos reclaman, que esperemos a que las elecciones resuelvan nuestros problemas y miserias.

El plan económico nacional dependiente del ajuste del FMI es la base de los salarios de hambre de los trabajadores jujeños


Por un lado, la caída permanente del valor del peso y un aumento incontrolable de precios son los síntomas implacables de este nuevo plan de ajuste, liderado por el llamado “superministro” y flamante candidato a la presidencia del país, Sergio Massa, con la guía infaltable del FMI y las miradas cómplices del conjunto de dirigentes políticos y sindicales del ex FDT, actual Unión por la Patria.

A pesar de las medidas políticas y económicas que arrastran a la pobreza a millones de trabajadores, Cristina logró imponer una agenda electoral y reunir a un gran número de dirigentes políticos, sindicales y sociales alrededor de las listas de UP para futuros cargos ejecutivos y legislativos: los premiados por sostener la paz social a pesar del aumento de la miseria.

Contra la trampa electoral, contra la paciencia, resignación y paz social reclamada por los dirigentes, contra la explotación laboral y la miseria creciente, contra la usurpación de territorios y el saqueo de los recursos, contra la trampa de la reforma constitucional de la provincia, se levantó desde todos los rincones de la provincia, el pueblo jujeño. Un verdadero ejemplo de lucha y unidad de los diferentes reclamos de las masas populares: desde los salarios, pasando por los reclamos de los territorios usurpados, de los recursos naturales apropiados, hasta los derechos democráticos pisoteados.

Esta enorme bronca social generalizada en la provincia de Jujuy saltó contra el gobierno autoritario radical de Morales, pero ni el gobierno nacional ni el resto de los gobiernos provinciales se ha apartado de este plan liquidador de conquistas y derechos, hijo del FMI y del imperialismo.

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